martes, 7 de julio de 2009

El plan interventor de Bush para el rescate económico

Todo comenzó con un plan de 700.000 millones de dólares con el que la Administración Bush pretendía acabar con la incertidumbre y el caos creados tras el hundimiento de la banca de inversión e hipotecaria. El programa, diseñado por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, para todo el sistema bancario no surtió el efecto esperado, ante una crisis que era global y requería respuestas globales. El cambio de timón en el rescate de EEUU se produjo después de que el FMI, la UE y el G-8 anunciaran medidas coordinadas, la mayor parte inspiradas en el modelo británico. El 20 de septiembre de 2008, el presidente estadounidense, George Bush, anunciaba una intervención histórica para atajar una crisis financiera que ya había llegado demasiado lejos. Célebres nombres de la arena bursátil de Nueva York, como Lehman Brothers o Bear Stearns, ya eran historia, habían tenido un bajón económico, y la crisis amenazaba por cambiar la estructura de Wall Street. Con un coste previsto de 700.000 millones de dólares, el programa de medidas pretendía acabar con el bloqueo del sistema financiero, en el que los bancos no se prestan dinero entre ellos porque desconfían los unos de los otros tras la caída de grandes entidades del país. El camino no ha sido fácil. El primer texto sobre el salvataje presentado por el Tesoro al Congreso tenía tres páginas, lejos de las más de 400 de la versión final. Fueron necesarias dos semanas de arduas negociaciones entre republicanos y demócratas, en las que hubo un principio de acuerdo áspero y un “no“por parte de la Cámara de Representantes. Las principales críticas se centraban en que las medidas propuestas, con un coste muy elevado para los contribuyentes, iban dirigidas a salvar precisamente a aquellas entidades causantes de la crisis. El plan era adquirir la deuda que condujo a la quiebra a bancos de inversión, entidades hipotecarias e inmobiliarias, relacionadas con las hipotecas de alto riesgo. Finalmente, el Senado incluyó diversas modificaciones para extender el alcance de las medidas a los ciudadanos y dio vía libre al texto antes de pasar por segunda vez por la Cámara, donde, esta vez sí, recibió el visto bueno. Pero el plan no convenció a los mercados, que reaccionaron con nuevos desplomes históricos. La crisis de confianza ya se había contagiado al resto del planeta y era necesaria una respuesta global. Fue entonces cuando el Fondo Monetario Internacional, el G-8 y la unión europea, decidieron adoptar medidas coordinadas para hacer frente a la crisis en un fin de semana frenético de octubre. El modelo británico, presentado por Gordon Brown esa misma semana de octubre, fue el que se impuso en la Unión Europea. La idea del primer ministro Ingles era entrar en el capital de los bancos para asegurar su refinanciación. Incluso EEUU, defensor del liberalismo, se resignó entonces a regañadientes a nacionalizar parcialmente su banca. Extrañamente, Bush se vio de repente a remolque de la iniciativa europea en una crisis originada en su país. Días después, Paulson anunciaba que abandonaba la idea inicial. Además, puesto que la crisis se empeoraba y se cobraba víctimas en otros sectores, anunció que las ayudas se extenderían a otras empresas de importancia en la financiación de las familias. Días más tarde, este compromiso se materializaba en dos nuevos planes de 800.000 millones de dólares, uno para rescatar el mercado financiero y otro para el consumo.
Éstas son las claves del programa de salvación que propuso Bush:
-COMPRA DE LA DEUDA El Gobierno decidió orientarse hacia la compra y adquisición de los denominados activos sanos o seguros, aquellos que tienen la máxima calificación crediticia por parte de las agencias de calificación. El plan de ayuda al mercado hipotecario destinará medio billón de dólares adicionales a la adquisición de activos respaldados por hipotecas de Fannie, Freddie y Ginnie Mae. Otros 100.000 millones se utilizarán para comprar deuda de las conocidas como agencias de garantía hipotecaria esponsorizadas por el Gobierno ( por ejemplo, Fannie Mae, Freddie Mac y Federal Home Loan Banks).
-IMPULSO AL CONSUMO Los dos grandes problemas de la economía, la crisis de la vivienda y la falta de crédito disponible, hacían necesario extender las ayudas previstas en el primer plan de 700.000 millones a empresas importantes para la financiación de los hogares, como las tarjetas de crédito y las financieras de automóviles. La Fed de Nueva York prestará hasta 200.000 millones de dólares para activos que tengan el respaldo de préstamos al consumo o a pequeñas empresas.
-ADQUISICION DE ACCIONES DE LOS BANCOS
El plan destinará 250.000 millones, buena parte del presupuesto total, a la compra de acciones de los bancos para dotarles de liquidez con la que hacer frente a las restricciones crediticias que acusa en la actualidad todo el sistema. La adquisición de títulos por parte del Departamento del Tesoro se hará bajo condiciones ventajosas, como el derecho a un dividendo anual del 5% durante los cinco primeros años y del 9% a partir de esa fecha. No obstante, estas acciones no otorgarán derechos de voto.
-INCREMENTO EN LAS GARANTIAS DE LOS DEPOSITOS Tanto el candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, como el republicano, John McCain, en su momento, pidieron aumentar la garantía mínima de los depósitos concedida por el Gobierno de 100.000 dólares a 250.000, en un intento por atraer a quienes se mostraban más críticos con el programa por considerar que no proponía suficientes medidas de cara a las familias.
-LIMITACIONES A LA REMUNERACION DE DIRECTIVOS El plan previene limitaciones a la remuneración de los directivos de aquellas entidades que participen en el programa, por lo que no podrán recibir beneficios multimillonarios cuando son despedidos. Los demócratas estaban en contra de que el dinero de los contribuyentes se utilizase para pagar los despidos de las entidades que ahora tienen problemas.
-LAS CLAVES DE LA CRISIS EN NORTEAMERICA -El Gobierno de EEUU acudió al rescate de AIG, Fannie Mae, Freddie Mac y Bearn Stearns. -Lehman Brothers tuvo que declararse en quiebra. -Paulson es el artífice del “plan de rescate” de Bush. -La Reserva Federal apostado por bajar los tipos de interés, al contrario que el BCE. -Algunos analistas consideran a Greenspan responsable por su política expansiva en la FED.

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